

Daila Orellana: "la ODA"
A los catorce años comencé a hilar collares con mostacillas de plata y piedras (se los vendía a las profesoras en el colegio y a amigas de mi mamá). Al terminar el colegio estaba entre estudiar arte o psicología, sin pensarlo mucho me fui por el lado del arte. Pasé por el cine, el diseño gráfico, por la comunicación, entre otros.
Mientras estudiaba diseño gráfico tomé un curso de joyería por tres meses, no aprendí mucho… Sin embargo, tuve la fortuna de que un joyero conocido de la familia me ofreció que fuera su aprendiz y durante los meses que estuve trabajando con él, hasta su muerte, aprendí la base de lo que hoy es ODA joyas, luego de su partida heredé gran parte de sus herramientas, incluso el banco de joyas que uso hasta la actualidad. El Ale se fue joven de manera inesperada, pero me dejó sus muletillas, trucos y obsesiones y por sobre todo la pasión por el trabajo.
Muchas veces me preguntan por qué “ODA”, es bien simple, mi nombre es Daila Orellana, entonces es la “O” de Orellana y “DA” de Daila, también es “O” de orfebrería “D” de diseño “A” de arte.
Detrás de cada joya se constituye la naturaleza de quien la creó y de quien la porta, sus pensamientos, secretos, amores y desamores. Las joyas ODA son afectividad, son hechas con amor.




